A diferencia del oratorio, la ópera es una obra destinada a ser representada. Varios géneros de teatro musical están estrechamente relacionados con la ópera, como son la zarzuela española, el Singspiel alemán, la Opereta vienesa, la Opéra-comique francesa y el Musical inglés y estadounidense. Cada una de estas variantes del teatro musical tiene sus características propias, sin que tales les sean privativas y, en no pocas ocasiones, provocando que las fronteras entre tales géneros no sean claras. En la ópera, como en varios otros géneros del teatro musical, se une:
- la música (orquesta, solistas, coro y director);
- la poesía (por medio del libreto);
- las artes escénicas, en especial la actuación, el ballet y la danza;
- las artes escenográficas (pintura, artes plásticas, decoración, arquitectura);
- la iluminación y otros efectos escénicos;
- el maquillaje y los vestuarios.
Las diferencias: Las diferentes subclasificaciones de la ópera nacen, tanto por cambios en la concepción del libreto y, por consecuencia, en los cambios de función de la música escrita para tal libreto. De tal modo, es posible establecer diferentes subgéneros de ópera que se clasifican, desde el punto de vista de la función del libreto, desde el dramma per musica hasta la ópera literaria, y, con respecto a la función de la música, desde la ópera de números musicales hasta la ópera de música continua. En la historia de la ópera es recurrente que los cambios en la función del libreto determinan, luego, los cambios de la función de la música dentro del género.
PRINCIPALES CANTANTES DE ESTÁ;
Francisco Cavalli, Juan Legrenzi y Marco Antonio Cesti fueron los principales autores de la escuela veneciana de la opera.Nápoles también se convirtió en un centro importante de opera, pero además, tuvo la particularidad de crear la opera “cómica” o “buffa”. Entre autores y obras de la escuela napolitana se destacan Francisco Provenzale con “El esclavo de su mujer”; Alejandro Stradella con “La fuerza del amor paterno”; Alejandro Scarlatti, uno de los más grandes creadores de su tiempo, con numerosísima obra, variedad de géneros, entre sus operas figuran “Rosaura” y “Tigrane”.
La opera fuera de Italia en el siglo XVII se expandió principalmente por Francia, Alemania e Inglaterra. El primer operista en Alemania fue el ilustre músico Enrique Schütz, que estrenó la ópera “Dafne”; en Inglaterra el más representativo fue Enrique Purcell, quien compuso la bella obra “Dido y Eneas”. Francia tuvo una figura muy relevante en Juan Bautista Lully, músico de Luis XIV, italiano de nacimiento pero de formación francesa, compositor de obras como “Alceste”, “Armida”, se le considera uno de los creadores de la forma clásica de la opera.
María de Médicis y Mazarino llamaron a París a los compositores italianos de opera, entre ellos a Cavalli. Lully tomó por modelo tragedias de Racine, dando a sus obras una disciplina literaria, entonces hubo una oposición entre la opera italiana y la francesa, resultando querellas que llenaron los reinados de Luis XIV, XV, y XVI. Luego los compositores de operas reanudaron su labor, con el fin de agradar al público, que estaba ajeno a aquellas discusiones. París fue un foco al que acudieron los alemanes: Meyerbeer se instaló allí; Wagner intentó en vano presentar sus primeras operas, su fracaso fue lo que lo impulsó a perfeccionarlas, dirigiéndose al drama lírico del que fue creador.
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